¿Qué sombra o refulgencia del aire contra el objeto poseen las palabras? Esas que pronunciamos en el diario hablar y nos proyectan con nuestra sensibilidad, neuronas, sangre y adrenalina únicas.
Tres sonidos vocálicos y uno consonante formaron Olaí, no-palabra en nuestra lengua, y dicha expresión ha desatado y acotado en cuatro libros de poemas, tanto o cuanto de una vida interior. No sé si una vida o un segundo de vida interior, pero me ha dado el goce de enfrentar las palabras; sufrirlas y disfrutarlas para llegar a lo que es o quiere ser De cierta palabra, antología poética.